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Thursday, February 09, 2006

caja de un banco

Normalmente y desde antiguo, los banqueros son personas respetables, con fama de honrados y realizan una labor benéfica para todos.
Sin embargo la expansión y el crecimiento del sector bancario, ha dado paso a una pluralidad de elementos, que vituperan la profesión, la hacen quedar bastante mal. Pues de distinguidos banqueros, se pasa a empleadillos burócratas que aunque no están al servicio del Estado -la auténtica burocracia sirve al aparato estatal-, como si lo estuvieran. Tal vez sin la desfachatez del burócrata que tiene una torta en el cajón del escritorio, pero sobretodo con la misma cerrazón de cabeza. Lo peor que te puede pasar es que te toque un mal cajero. He ahí el peor lastre o lacra de gremio. Estrechos de miras, angostos de pensamiento, siguen solamente "el manual del procedimientos" o -lo peor- los usos y costumbres bancarios no legislados, que ellos mismos han ido acuñando a lo largo de la historia... qué desesperación.
Hoy fui a un banco -cuyo nombre omito- y me tope con una cajera del perfil exacto al arriba descrito. Claro, siempre tienen prisa. Pues bien, me tomé la molestia de llenar una ficha de depósito, pues algunos bancos aún lo exigen, hacer fila y al llegar me dijo que la ficha estaba mal hecha, porque había puesto en un mismo papel el depósito de un cheque y de dinero en efectivo. El cheque va aparte, fueron sus palabras. Le hice ver que la ficha de depósito tiene el rubro "cheques" y el rubro "efectivo", todo en el mismo papel. Aún así, me pidió que pasara por otra ficha. Para no hacer la anécdota larga, hoy llené por el mismo concepto, hasta tres fichas de depósito distintas, por la irrisoria cantidad de 192.5 pesos, en moneda nacional, pues también traía un dolar, que no quise depositar pero lo incluyó y le pedí que hiciera el favor de devolvérmelo -para ir al Paso, Tx, pensé- operación que me costó el llenado de una nueva ficha.
Pasé un par de aventuras bancarias más, en ese y en otro banco, pero me tocó tratar con ejecutivos de cuenta, que también hacen imposible la vida, pero de un modo más delicado y cordial.
Conclusión: para próximas ocasiones, mandar al mensajero a hacer fila, y hablar solamente con el gerente de la sucursal y si se puede por teléfono, desde la casa, mejor. "Yo no hablo con la tropa" diría Don Pedro.
pd. 1.- he de reconocer humildemente que el llenado de fichas no es mi habilidad y que el hacer cuentas tampoco y que en algún momento el error pueda llegar a estar en lo absurdo de mi petición, por ignorancia de los usos bancarios o bien por falta de pericia... mejor que vaya el que sabe.
pd. 2.- un saludo a mi asesor financiero Paco Mata. No todos los banqueros son así. Salud!

1 comment:

a.o. said...

Me gustó la descripción del banquero ideal contrastada con la del banquero burócrata.

Necesito conocer más abogados ideales porque ahora no veo más que burócratas.