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Thursday, September 15, 2016

¿Marcha por la familia?: Manipulación mediática, desinformación e intolerancia.



Nota: Este post es una conversación que tuve en un chat de mi familia por whatsapp. Por eso puede presentar alguna desorganización en el orden de los párrafos, pero decidí dejarlo así, pues supongo que eso no afectó la claridad de los conceptos. Omití los comentarios que mis hermanos iban haciendo en cada párrafo.


"No hay nada peor que un tonto motivado"

Yo veo un fuerte problema de desinformación e intolerancia , que a su vez se subdivide en muchos problemas.

La idea de organizar la marcha, supongo que se originó porque EPN envió una iniciativa de ley al Congreso, el pasado 17 de mayo, casi hacia el final del período legislativo, por lo que se congeló la iniciativa y se postergó para el actual período de sesiones que recién inició en septiembre. Aún no se aprueba ninguna ley y el Congreso tendrá que discutir la iniciativa del Presidente y decidir si la aprueba, la modifica, la desecha o la congela. Por lo que los grupos que conocieron de la iniciativa, sabiendo que hay probabilidades de que se discuta, decidieron convocar a una marcha para ‘presionar’ a los diputados haciéndoles ver que hay mucha gente que no está de acuerdo con la iniciativa que el Presidente envió.

Hasta ahí, así funcionan las democracias. Por ej. a AMLO le encanta organizar este tipo de marchas para manifestarse a favor de tal o cual ley, cuando considera que el pueblo se ve desfavorecido. Así también los grupos de minorías de cualquier índole… y los profesores.

Entre paréntesis, mi teoría es que ni siquiera EPN está de acuerdo con la iniciativa que envió al Congreso, sino que lo hizo en un afán de subir su rating de popularidad , ‘quedando bien’ con grupos de minorías, y aprovechando el período electoral, para intentar ayudar con ello a su partido. Sin embargo, la iniciativa fue muy criticada, sobre todo por mal hecha, y no fue bien recibida por la ciudadanía, inconformidad que fue uno de los factores para que el PRI dejara de gobernar en 11 estados del país. Tampoco fue bien recibida porque la iniciativa viene de EPN y la gente no acepta nada o no quiere aceptar nada que venga de EPN. Por lo que el Congreso, en ese momento de mayoría priísta, decidió ‘congelarla’ y dejarla tal vez para el siguiente (actual) período de sesiones.

El mismo EPN declaró en su 4º informe de gobierno, que mandó la iniciativa al Congreso (representantes oficiales del pueblo) para que éste la revise, discuta y apruebe lo que considere que deba aprobarse.

A principios de septiembre, algunos grupos y personalidades declararon públicamente que exigirían al Congreso que incluya en su agenda la revisión y aprobación de la iniciativa de EPN por lo que los organizadores de la marcha (y aquí se sumaron las iglesias) decidieron protestar públicamente. Y convocar a la marcha nacional.

De ahí en adelante, lo que sucedió fueron manifestaciones de grupos y personas mayor o menormente informadas. Y aparecen los reduccionismos, es decir, un problema complejo con muchos matices y actores, reducido a dicotomías que generan partidismos o polarizaciones (y que a los activistas de Fb les encanta):
Amor-Odio;
Bueno-Malos;
EPN-pueblo;
Creyentes-ateos;
Manipuladores-educadores…. Y todas las que se les ocurran.

La gente que fue a la marcha, pues es de todo: informados, no informados. Unos fueron porque sabían a lo que iban, otros a hacer bola, otros porque en su iglesia los invitaron, otros porque defienden alguna causa, etc. El común denominador –decían- es a favor de la familia, aunque no era un grupo homogéneo.

Y los reduccionismos lo que crean es polarización.

Otros no sabían a lo que iban.

Mucha gente piensa que la iniciativa ya se aprobó y había que marchar para manifestarse en contra. En contra de la ley y de pasada, en contra de EPN, para que renuncie por proponer esa iniciativa y por plagiarse su tesis y por ser EPN.

Hubo grupos, también en su mayoría ignorantes, que se sintieron amenazados por la marcha, cuando ésta no iba a tener ningún efecto jurídico (legal) sino que sería presión para el Congreso (si es que el Congreso decide incluir la iniciativa en la agenda de este período).

El problema, insisto, es de manipulación mediática, desinformación e intolerancia. Un problema de muchos mexicanos…

¿Cuál es la realidad fáctica? Que México es un país de familias.

Y que la Suprema Corte de Justicia se ha mostrado un poco más liberal al aprobar la marihuana en ciertos casos y al aprobar distintos “nuevos derechos”, entre ellos los de los homosexuales (lo que pasa es que a la Corte no le toca legislar, sino juzgar, aunque algunos de sus actos tengan matices legislativos). Las leyes tiene que aprobarlas el Congreso.

Y eso ha removido los ánimos y “preocupado” a mucha gente.

Luego vienen las emociones (reacciones emocionales) que generan polarizaciones y los posts, memes y cadenas, circulando por las redes (lo cual muestra cuán desorientada, desinformada y visceral pueden ser algunas personas, especialmente en las redes).

El tema de los “nuevos derechos” es otro tema que se funda en falacias. Yo les digo a mis alumnos que son “emociones legisladas”. Por ej.

-       “Quiero mucho a mi mascota”. Luego, aprobemos una ley en contra de los circos de animales.
-       Y otra que prohíba las corridas de toros.

Claro, eso es una lucha de mayorías vs minorías, que también se llama “ley del más fuerte”, que es lo más incivilizado que hay: es la ley de la selva. El grande se come al chico.
Emociones legisladas…

Lo mismo pasa con los matrimonios y adopciones gays…

Manifiestan una emoción y exigen que se legisle.

Pero creo que no va por ahí.

Porque esos “nuevos derechos” acaban siendo leyes generales para grupos particulares. Y la ley no debe legislar para particulares (o minorías), sino en general y para todos.

Y otra vez, volvemos a las redes con reduccionismos de bueno-malo, amor-odio, creyente-ateo.

De ahí que se necesite contar con un Congreso (diputados) fuertes: que actúen con la razón y no con la emoción. Pero hay muy poca gente intelectualmente preparada.

Entonces deciden emotivamente.

Y eso no funciona, a mediano y largo plazo.

También hay que entender que no todas las realidades tienen que ser legisladas. Eso es un vicio legislativo (diarrea legislativa) que intenta programar toda la realidad de acuerdo a la ley. Y termina por anular la libertad!!

Porque la ley debe servir como cauce (límite), como las orillas de un río y dejar en libertad a las personas para que hagan lo que quieran dentro del marco legal y social.

Legislar todo es anularte del todo. Es que no puedas decidir nada, porque la ley ya lo decidió por ti.

O que decidan por decreto y de un plumazo que el 50% del Congreso (y de todos lados) deban ser mujeres…

Eso es otra emoción legislada.

¿Quién garantiza que por ser mujer (o por no serlo) serás mejor diputado?!?

Sería mejor que los cargos de representación popular se ocuparan por personas que saben de su oficio y no por personas (hombres o mujeres) con 21 años cumplidos y mexicanos por nacimiento.

Nos falta mucho por avanzar y por exigir. Y hay mucho que estudiar.

Manipulación mediática, desinformación e intolerancia. Así no avanzamos y nos desangramos todos…

Pd. Para tener una mejor óptica de este asunto, recomiendo la lectura del editorial publicado en el periódico el El Norte, el 15 de septiembre de 2016, "Moda Ideológica" de mi amigo Chuy Santos.

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