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Friday, June 29, 2007

siempre estamos

A propósito de los triunfos y derrotas de la Selección mexicana de fútbol, en donde hemos ido del infierno a la gloria y viceversa varias veces, se ha generado un clima de decepción -la decepción nacional- y junto con los vaivenes, un clima de esperanza, que nos lleva a pensar que Hugo tiene todavía un as bajo la manga, un secreto que no ha salido a la luz y que tiene el hilo negro que va a hacer que la Selección ahora sí funcione... o al menos quisiéramos pensarlo: - vamos a perder, pero ojalá ganemos (pensando: vamos Hugo sí se puede, algo tendremos que hacer...).

Sin embargo no todo es futbol, aunque para algunos sea como una religión e invoquen a los dioses del estadio, o a los del Estado... y hay sinsabores y episodios mucho más amargos en la vida que una derrota futbolística (salvo el caso de perder contra nike-USA, que eso sí arde...). Me refiero a lo que aconteció, mientras se desarrollaba la Copa de Oro, el caso de Osvaldo Alonso, aquel cubano que salió corriendo a la calle en busca de su libertad. Osea no es un caso que se dé a diario, porque uno normalmente sale a la calle, con la libertad bien puesta, sin la necesidad de ir a buscarla... sin embargo este jugador, encontró uno de los momentos cinco estrellas de su vida. Agridulce, también, pues 'ni mi familia lo sabía'. Y "lo más difícil definitivamente es dejar a mi familia. Supongo que la nostalgia irá disminuyendo, pero ahora es muy fuerte".
Resulta que el lunes 11 de junio, en un centro comercial de Houston, salió corriendo hacia la calle, en busca de su libertad.
Se dirigió a la primera persona que vio, cuyo nombre desconoce; resultó ser de origen mexicano. Le pidió ayuda para llegar a la estación de autobuses, a lo que esta persona accedió, incluso llevándolo en su coche. Una vez dentro del auto hizo una llamada desde el celular que amablemente le prestó nuestro paisano, a una antigua novia que desde hace dos años vive en Miami. Aunque ella se ha casado, no dudó en tenderle la mano.

Ya en Miami, Osvaldo llamó a su familia en Cuba, les notificó su decisión y recibió el apoyo entre lágrimas de ambos lados (...) más info en Reforma.

Es una situación difícil, pero consiguió el apoyo de su familia y ahora quiere seguir jugando futbol, en la MLS...

Y queda claro también que independientemente de los triunfos y derrotas futbolísticas, el mexicano siempre está cuando lo necesitan. Y eso debe ser motivo de orgullo nacional.



6 comments:

David|Lanke said...

falta autoestima de la representación de tu y mi nacion.

realmente a mi ni me va ni me viene, solo esta.

David|Lanke said...

Que duro es limitar la libertad a una persona de manera injusta, sólo por el lugar donde nació.

Sospecho que desde hace mucho tiempo Castro está muerto y el gobierno lo esconde para que el régimen siga. El poder ya lo tiene su hermano Raúl. El bien que Fidel hizo los primeros meses lo perdió rápidamente.

Enrique G de la G said...

¡Jajajajajajajaja! Me acordé de alguien que salió del salón de clases a buscar su libertad, ante la mirada atónita del profesor, que no supo cómo impedir la fuga de su alumno.

*lol*

Wey, ganó Mx ayer. No me gustó que se hubieran echado para atrás el segundo tiempo pero bueno, ganamos. Y ese Arce cómo falla, que le desenchuequen la pata.

Luis Salas said...

Pobres cubanos me da tanta lástima que no puedan salir de su país y que no tengan las herramientas necesarias para sobresalir, excelente basebolistas, excelentes jugadores del volleyball, y excelentes médicos pero bueno ojalá Raúl Castro se de cuenta que el poder enferma, y enferma a todo una nación.

a.o. said...

José, buena entrada. ¡Benemérito aquel mexicano fortuito!

Del fútbol no comento nada. Me gustaría que me guste pero existe un love-hate relationship hacia sentarme dos horas a ver un juego de fútbol.

David|Lanke said...

actualiza